LOS PELIGROS DE LA NATURALEZA SIMPLIFICADA
En la coyuntura generada por la pandemia mundial a causa del virus COVID-19, el científico español Fernando Vallares hace un importante ejercicio de divulgación por medio de su canal de youtube “La salud de la humanidad” con un video donde, en base a cinco artículos científicos, explica lo que él denomina “la ecuación del desastre: la desigualdad, la destrucción del hábitat natural y la globalización, que multiplica las dos primeras” (Vallares, 2020) Vallares analiza cómo la desigualdad social acentúa la pobreza, lo que impulsa la explotación y degradación de los ecosistemas, en consecuencia, aumenta el riesgo de propagación de enfermedades zoonóticas, las cuales se expanden rápidamente gracias a la globalización.
En la zoonosis, usualmente hay más de una especie animal implicada en la cadena de contagio antes de llegar al ser humano, por lo que cambios en la diversidad de animales y plantas afectan las probabilidades de que el patógeno entre en contacto con los seres humanos. El estudio del efecto protector de la biodiversidad por dilución de la carga vírica, mencionada en el video, fue planteado por Keesing, en su artículo “Impacts of biodiversity on the emergence and transmission of infectious diseases” del año 2010, en este concluye que reducir la biodiversidad puede aumentar la transmisión de enfermedades cuando las especies perdidas no son ni hospederos del patógeno o son subóptimas
Uno de los ejemplos analizados en el artículo es el de la enfermedad de Lyme, la cual, se transmite a los humanos por la picadura de una garrapata infectada de patas negras (Ixodes scapularis) Las garrapatas inmaduras pueden adquirir la infección si se alimentan de un huésped infectado y pueden volverse infecciosas para los humanos si posteriormente sobreviven a la siguiente etapa de la vida. Los ratones de patas blancas son abundantes en los bosques del noreste de Estados Unidos y se alimentan de muchas garrapatas. Las garrapatas que intentan alimentarse de las zarigüeyas de Virginia probablemente sean lamidas y asesinadas. En la Figura 1 se puede visualizar el impacto de la biodiversidad en la proporción de individuos infectados, los círculos verde y amarillo muestran el número medio de garrapatas por hectárea que se alimentan de ratones o zarigüeyas. El sombreado amarillo muestra la proporción de garrapatas infectadas después de la alimentación. Los círculos azules muestran el número medio de garrapatas por hectárea que son lamidas y asesinadas. Las garrapatas que se alimentan de ratones tienen una alta probabilidad de infectarse con la bacteria que causa la enfermedad de Lyme, mientras que las que se alimentan de zarigüeyas no, como consecuencia, esta especie huésped infecta una alta proporción de las garrapatas dentro de las comunidades forestales. El ratón de patas blancas también es una especie ecológicamente resistente, presente tanto en comunidades ricas como comunidades pobres. En contraste, las zarigüeyas de Virginia son hospederos pobres para el patógeno, mata a la gran mayoría de las garrapatas que intentan alimentarse de ellas, y están ausentes de muchos fragmentos forestales de baja diversidad y degradados, bosques donde abundan los ratones. Por lo tanto, a medida que se pierde la biodiversidad, el hospedero con un fuerte efecto de amortiguación, la zarigüeya, desaparece, mientras que el hospedero con un fuerte efecto amplificador, el ratón, permanece.
La competencia de un organismo como hospedero y su resistencia a los factores que reducen la biodiversidad están causalmente relacionados, es una cuestión no resuelta pero crítica del problema. Los rasgos que hacen que un huésped sea resistente a la pérdida de biodiversidad también pueden generarse susceptibles a la infección y transmisión de patógenos.
Otro estudio realizado por Johnson “Community diversity reduces Schistosoma mansoni transmission, host pathology and human infection risk” manifiesta que la pérdida global de biodiversidad y la aparición de enfermedades son dos de los problemas más desafiantes que enfrenta la ciencia y sociedad. Los vínculos observados entre la pérdida de especies y las infecciones transmitidas por vectores sugieren que la biodiversidad puede ayudar a reducir las infecciones patogénicas en humanos y vida silvestre, pero los mecanismos subyacentes a esta relación y su aplicabilidad a una gama más amplia de patógenos han seguido siendo especulativas. En esta ocasión el estudio evaluó experimentalmente los efectos de la estructura de la comunidad de acogida en la transmisión del patógeno humano, Schistosoma mansoni, que alterna entre hospedadores intermedios de caracol y hospedadores definitivos de vertebrados. Sus resultados subrayan “la importancia de la estructura comunitaria en la transmisión de patógenos complejos del ciclo de vida, y enfatiza una integración mejorada entre la investigación ecológica y parasitológica sobre la diversidad– relación de enfermedad” (P. T. J. Johnson, Lund, Hartson, & Yoshino, 2009)
Por su parte J. Teborgh, en su artículo “Toward a trophic theory of species diversity” alude que la eliminación de los principales depredadores desestabiliza muchos sistemas e impulsa las transiciones a estados alternativos radicalmente distintos. (Terborgh, 2015) Ezengua, a su vez, en “Avian diversity and West Nile virus: Testing associations between biodiversity and infectious disease risk” encuentra que la riqueza de especies no paseriformes se correlacionó negativamente de forma significativa con las tasas de infección de mosquitos y humanos, en el caso del Virus del Nilo Occidental (VNO) sugiriendo que la diversidad de especies no paseriforme puede desempeñar un papel en la amortiguación del VNO, minimizando el riesgo de enfermedades humanas (Ezenwa, Godsey, King, & Guptill, 2006)
Finalmente Johnson en su último artículo “Global shifts in mammalian population trends reveal key predictors of virus spillover risk” sugiere que el riesgo de transmisión del virus ha sido mayor en especies animales que tienen aumentó en abundancia e incluso amplió su rango al adaptarse a paisajes dominados por humanos (C. K. Johnson et al., 2020) Especies domesticadas, primates y murciélagos fueron identificados por tener más virus zoonóticos que otras especies. Entre especies de vida silvestre amenazadas, aquellas con reducciones de población debido a la explotación y la pérdida de hábitat compartió más virus con humanos. La explotación de la vida silvestre a través de la caza y el comercio facilita el contacto cercano entre la vida silvestre y los seres humanos. Este estudio evidenció que la explotación, y las actividades antropogénicas que han causado pérdidas en la calidad del hábitat de la vida silvestre, han aumentado las oportunidades de interacción animal-humano, facilitado la transmisión zoonótica de la enfermedad (C. K. Johnson et al., 2020) a este fenómeno, Vallares lo mencionaba como Naturaleza simplificada.
Para contribuir a la conservación de la biodiversidad, lo más importante es contar con una población bien informada, es por esto, que en las líneas estratégicas de servicios ecosistémicos y biodiversidad que manejan las autoridades ambientales, debería incluirse una meta específica sobre la divulgación acerca de la ecología de las especies portadoras de las enfermedades, buscando que dicho conocimiento contribuya a la disminución de las muertes, comercialización y consumo de diferentes tipos de especies silvestres por causas antropogénicas.
Es vital realizar ejercicios de divulgación científica a todo nivel y seguir aunando esfuerzos para comprender la regulación ecológica que realizan la diversidad de especies nativas, ya que, de continuar la tendencia del descenso de la biodiversidad, se reduce la capacidad de las comunidades ecológicas para proporcionar los servicios ecosistémicos fundamentales para la supervivencia humana.
29 de abril de 2020
Andrea Juliana Anaya Rodríguez
Especialista en Preservación y conservación de los recursos naturales
Referencias
Ezenwa, V. O., Godsey, M. S., King, R. J., & Guptill, S. C. (2006). Avian diversity and West Nile virus: Testing associations between biodiversity and infectious disease risk. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 273(1582), 109–117. https://doi.org/10.1098/rspb.2005.3284
Johnson, C. K., Hitchens, P. L., Pandit, P. S., Rushmore, J., Evans, T. S., Young, C. C. W., & Doyle, M. M. (2020). Global shifts in mammalian population trends reveal key predictors of virus spillover risk. Proceedings. Biological Sciences, 287(1924), 20192736. https://doi.org/10.1098/rspb.2019.2736
Johnson, P. T. J., Lund, P. J., Hartson, R. B., & Yoshino, T. P. (2009). Community diversity reduces Schistosoma mansoni transmission, host pathology and human infection risk. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 276(1662), 1657–1663. https://doi.org/10.1098/rspb.2008.1718
Ministerio de la Protección Social Instituto Nacional de Salud Invima ICA. (2010). PLAN DE ACCIÓN NACIONAL E VIGILANCIA Y CONTROL DE ALGUNAS ZOONOSIS Y.
Terborgh, J. W. (2015). Toward a trophic theory of species diversity. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 112(37), 11415–11422. https://doi.org/10.1073/pnas.1501070112
Vallares, F. (2020). Coronavirus un desafío a nuestro modelo social. Retrieved from https://www.youtube.com/watch?time_continue=3&v=hENe_R_Xfmw&feature=emb_logo&fbclid=IwAR2d2xNm33LI26YEReWBoM-vwb57ibiisf9M2fd8LyoPLZXoLUwIWNn4VHw
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